¡Muy buenas tardes chicas!
Hoy venía a hablaros de un tema que, si bien muchas veces damos por hecho, otras no se cumple o no se le da la importancia que merece. Tanto si eres maquilladora como si eres la maquillada, la higiene en el maquillaje es algo que debes de respetar y hacer que respeten.
Me he decido a tocar este tema ante la existencia de «profesionales» del maquillaje que da asquito ver cómo tienen su material. Incluso hoy he llegado a leer en el blog de una actriz famosa que siempre se lleva su propio set de brochas ¡para evitar contagios! Esto no debería ser así si estamos ante un buen profesional (salvo que seas especialmente maniática, claro).
Personalmente, ya podría estar en las mejores manos del mundo, que si me siento y veo que las brochas tienen restos de sombras anteriores o producto ya secos, tal cual me levanto ¡y me voy! Es la carta de presentación de un profesional y lo primero que estamos enseñando de nosotros. ¡No se puede descuidar!
De las primeras cosas, si no la primera, que me comentaron al hacer el curso de maquillaje profesional, es la importancia del cuidado y limpieza del material. Tus brochas, tus sombras, tus tarros varios… son tu herramienta de trabajo, y como tal tienes que mimarla y vigilar que todo esté en orden.
Supongo que a vosotras os pasará como a mí, que cuando vamos a la peluquería, mientras nos peinan, andáis con la vista distraída, por puro aburrimiento, viajando entre las estanterías, vitrinas y demás cosas que os llaman la atención. Incluso yo me entretengo en coger los tarros y botes, leerlos, olerlos, preguntar para qué son… Con esto os vengo a decir que vuestra clienta va a estar en la misma situación, y va a notar si sois descuidadas en este sentido, de todas todas!
Es fundamental, ya no sólo por buena imagen, sino por higiene, que antes de cada uso con una nueva clienta, limpiéis y desinfectéis vuestras brochas. Es un material que ha estado en contacto con otras pieles y que, para evitar cualquier infección o simplemente por salubridad, hay que tener bien cuidado. Así mismo, para eliminar el exceso de producto, nunca sopléis sobre la brocha! Siempre se hará mediante sacudidas o toquecitos.
Igualmente pasaría con los tarros, para evitar que os manchéis o haya traspaso de pigmentos o colores, es vital limpiar las boquillas de los tarros de maquillaje, los sacapuntas, las paletas (que no estén manchadas ni rotas), y en general vuestro puesto de trabajo.
En caso de que así sea necesario, recordad que os podéis ayudar de espátulas, pinceles y gupillones desechables, planchitas de acero para las mezclas, tarritos de cristal… o incluso el dorso de la mano.
Y como no, lo más básico y fundamental de todo…. LAVAROS LAS MANOS!
Para terminar, y a modo más práctico, os dejaré varias recomendaciones para la desinfección de material y productos, por si alguna no la conocíais:
- Para labiales y lápices: bastará con sumergirlos en alcohol y dejar que éste se evapore al sacarlos para poder usarlos.
- Para brochas: se pueden lavar con champú, gel, lavavajillas, pastilla de jabón… y desinfectar con alcohol en spray.
- Para productos en crema: usar espátulas y pinceles, así como planchas de acero y cuencos.
- Para productos en polvo: NO APLICAR NADA LÍQUIDO! Perderá su textura y color. Basta con pasar un tissue seco suavemente por la superficie.
Y eso es todo por hoy chicas! 😀 Espero que os haya sido especialmente útil esta entrada y que la pongáis en práctica o la hagáis respetar!
Os recuerdo que para un seguimiento más habitual suelo usar las redes sociales como Twitter, Instagram y Facebook, es por eso que el blog se actualiza más de vez en cuando, porque lo dejo reservado para temas quizá más extensos como el que quería exponer hoy.